Yo soy un
hombre del campo, por lo que no entiendo ni sé de letras.Así que no puedo, ni
siquiera, tener opinión.
Por eso no
puedo discutir con los que discuten mientras juegan y con los con los que
juego al dominó, que se pasan toda la partida dando voces porque unos dicen que
la democracia es mejor que la dictadura y los otros que la dictadura es mejor
que la democracia.
Un amigo mío,
que esta empleado como escribiente en la cooperativa, me lo ha aclarado y así
podré discutir con los de la partida.
Dice que en la
democracia cada uno puede decir a voces lo que quiera, mientras que en las
dictaduras tienes que callártelo porque hasta pensarlo puede ser peligroso.
Pero tendré que
esperar a hacerlo porque la radio ha dicho ésta mañana que la Junta de
Andalucía, que es el casino de los señoritos andaluces, ha prohibido que se
diga, un suponer, “los andaluces” sin añadirle “y las andaluzas” o “los niños”
y callarse “y las niñas”.
Por lo que he
entendido, los señoritos de la Junta le meterán un puro, por ahora, a los que
les paga como maestros de escuela pero, si les molesta que lo digan los que
enseñan, digo yo, también los disgustará que lo digamos los que aprendemos.
Así que, por si
acaso y hasta que la cosa se aclare, más me vale seguir como hasta ahora y por
lo que me han puesto el mote de “el callaíto”.
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