Muy aburrido
debe andar el diablo porque lleva más de tres meses matando moscas con el jopo,
ocupación tan poco diabólica para los justos como lo es para los gobernados la
de un gobierno que no puede cambiar leyes ni tramar otras nuevas para perjudicarlos.
Cuando los
españoles nos hayamos librado de hablar cara a cara con otros españoles, porque
nos comuniquemos a distancia con artilugios y sistemas informáticos, la de
ahora se considerará la edad de oro de la siempre sufrida España.
¿Qué daño puede
hacer a los gobernados un gobierno sin capacidad de legislar, que es la más
eficaz de las herramientas que los gobiernos tienen para hacer daño a sus
gobernados?
Por primera vez
en tres mil años y pico la gente puede vivir sin miedo a que una ocurrencia
legislativa los fastidie y tenga que adaptar su tranquilidad a una
intranquilidad desconocida.
¿Por qué los
gobiernos se empeñan en cambiar para peor lo que ya es malo?
¿Es que una ley
nueva que tampoco se va a cumplir es mejor que la ley actual que nadie cumple?
¿Por qué hay que
vivir peligrosamente como recomendaba el fascista D,Annunzio, en vez de seguir
empeñados en el agradable no hacer nada (Il dolce far niente)?
Masoquismo se
llama a eso de sacarse un ojo con un una cuchara, por el placer de sufrir.
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