El último superviviente del fuerte
arrasado por los indios, que se infiltraron por un túnel cavado por debajo de
la empalizada, no podía morir sin advertir a la tropa que acudía tarde a
socorrerlos para que no cometieran el mismo error que los ya masacrados.
Soy el último derechista vivo porque los Estados Unidos se hicieron
comunistas cuando el rojo infiltrado Franklyn Delano Roosevelt urdió la
Tennesee Valley Authorithy, que facultó al gobierno para competir en negocios
con los negocios de los que extraía impuestos.
Tengo, pues, la obligación moral
de advertir a los improbables supervivientes de un inevitable nuevo ataque de
los rojos, emplumados o no.
Contra la sangrienta tiranía de
los rojos (de piel o de bandera), el fuerte amenazado que es España tiene que
clavar en el mástil la bandera de la libertad.
Una libertad que precie la
libertad de cada individuo por encima de la libertad que reclamen las
pandillas, grupos o partidos políticos como testaferros de las libertades de
cada uno de los individuos enrebañados en el grupo.
Así:
1.-Todo ciudadano tendrá libertad
de fundar un partido político o sindicato y, si los asociados en el sindicato o
partido político se lo permiten, dirigirlo.
2.-Todos los asociados en partidos
políticos o sindicatos tienen obligación de contribuir a los gastos que
originen las actividaes que emprendan.
3.-Para evitar intromisiones en la
libertad de los partidos o sindicatos, se prohibirá la aportación de fondos de
no afiliados al sindicato o partido.
4.-Como la integración en sindicatos
o partidos será voluntaria, no puede ser obligatoria la contribución económica
de no sindicados ni partidarios.
5.-Queda prohibida por tanto la
aportación a sindicatos o partidos de fondos procedentes de impuestos detraidos
a organizaciones o individuos no afiliados al partido o sindicato.
6.-Para preservar la independencia
de sindicatos o partidos se penará la aportación de fondos ajenos al partido o
sindicato como tentativa de alterar su libertad e independencia.
(Eso quiere decir que ningún partido,
sindicato, cofradía semanasantera, o asociaciones para la defensa de animales
indefensos ni organizaciones deportivas de marcha a la pata coja podrán recibir
fondos de fuentes extrañas a sus asociados).
OJO: éstas normas implican que
quien no utlice las carreteras no tiene por qué contribuir económiocamente a su
construcción o mamntenimiento, que quien no viaje en tren no tiene por qué
pagar impuestos para que viajen por carretera o tren los que lo hagan y que,
quienes no voten en las inevitables elecciones del 26 de Junio, no tiene que
pagar los gastos de los que tengan el capricho de meter la papeleta en la
ranura de la urna).
Esos principios, que se resumen en
el dicho de que “cada palo aguante su vela” son la trama ideológica de la
urdimbre conocida por “la derecha”.
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