Malversación, el
delito del que se acusa a mis expresidentes Chaves y Griñán es “apropiarse de dinero o de bienes públicos que tiene a su
cargo o a su disposición por razón de sus funciones”.(públicas).
¿Y, si como repiten
sus compañeros del Partido Socialista, ni Griñan ni Chaves se metieron
en sus bolsillos ni un céntimo de lo malversado,¿fueron tan tontos que delinquieron
sin provecho?
Los romanos,
que inventaron los inventos útiles (al contrario de los griegos, que nada de
lo que inventaron sirve para nada), se preguntaban ”Cui prodest? (¿a quien
beneficia?), cuando se proponían descubrir al culpable de un delito.
Si ni Chaves
ni Griñán se aprovecharon del dineral que quitaron de en medio, ¿a quien
benefició lo malversado?
Comprueben qué
partido político gobierna en Andalucía ininterrumpidamente desde que se inventó
ese sinsentido de las autonomías.
Se equivocan los
que hayan adelantado que el dinero malversado se usó para comprar votos. No lo he
dicho, pero estoy convencido de que los
dineros distraidos por los dos presidentes de la Junta se usaron para comprar
las voluntades de los votantes. Que es parecido, pero no lo mismo.
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