Pedro Sánchez
se lo ha dejado claro a Rajoy, por si al torpe de Rajoy le quedaba alguna duda:
si quiere ser presidente del Gobierno de España, será de una parte de la actual
España, no de su totalidad porque una fracción tendrá que dársela a los
independentistas catalanes y otra a los nacionalistas vascos.
Y es que
Sanchez, heredero del partido que alardea de que en el último siglo forjó las
glorias y las miserias de lo que queda de España dice que, cuando le toque,
prefiere gobernar una parte de España en lugar de una España entera.
Mientras más
atribuciones conceda Rajoy a cambio de apoyos para su investidura a los vascos
y catalanes independentistas, menos tendrá que administrar Pedro Sánchez
cuando, y si alguna vez, le toque administrar España.
Y es que, como
es lógico en un lider del partido que ha sido columna vertebral de España desde
hace siglo y medio, más vale media España que una España entera, con tal de no
dejar que Mariano Rajoy sea Presidente del Gobierno.
Esa es la
tesitura en que, al confirmar que se opondrá activamente a su investidura como
presidente, ha colocado a Mariano Rajoy.
¿Y si Rajoy no
quiere ceder atribuciones generales del Estado al territorio patrio a las
futuras Cataluña y Euskadi?
Pues que
renuncie a ser Presidente del Gobierno de España y se comprometa a apoyar la
candidatura de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno.
Rajoy se
empecina en ser Presidente de un gobierno español y Sanchez se obstina en ser
presidente, ya sea de la España actual o de la parte de España que quede
después de lo que Rajoy ceda a los nacionalistas vascos y catalanes.
Patriotismo
llama el dirigente socialista a su propuesta.
Que es tanto
como calificar de amar a los animales alegrarse de que un toro mate a un
hombre.
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