jueves, 18 de agosto de 2016

LA ANOMALIA

Por lo que se lee y se oye desde principios de este año, Espàña está viviendo, y lo que le queda todavía, en una situación anómala.
Y todo porque, lo que hasta finales del año pasado se consideraba normal, no lo es desde entonces: no hay gobierno con capacidad para dictar normas más lesivas para los obligados a cumplirlas que las que ahora ya los esclavizan.
¿Y si esta situación anómala persistiera indefinidamente hasta que la ausencia de tiranía gubernamental se consolidara como norma?
La España eterna, que desde que empezó su eternidad nunca ha dejado de estar sometida a los caprichos del tirano de turno, recuperaría una situación de normalidad cuando la ausencia de tiranía perdurara siglos.
No es decisión que pueda tomarse a la ligera porque sus consecuencias marcarán la felicidad o la desgracia de generaciones posteriores a la de los que ahora la tomen.
¿Podrán los españoles actuales y los del futuro buscar por sí mismos trabajo con el que ganarse la vida?
¿Serán capaces de construir su propia vivienda sin ayuda estatal, para protegerse del sol y de la lluvia?
¿Sabrán privarse de lo que los perjudique y procurarse lo que los beneficie?
¿Aprenderán a solucionar sus propios problemas y a resolver sus propias necesidades sin que el gobierno les diga cómo?
Pues si no es así, más les valdría seguir siendo esclavos y que el amo les ordene hasta la hora de comer lo que le apetezca al  amo, piense lo que el amo piense, y desee lo que al amo le gustaría tener y no tiene.

El amo, el Estado y su agradador o achichincle, conocido por Gobierno.

No hay comentarios: