¿Había en
tiempos de Noé quien supiera más de barcos que Noé?
¿Quién puede
saber de democracia en estos tiempos democráticos más que el periódico El Pais,
de cuyas primeras ediciones ya goteaba el néctar divino de la democracia?
¿Y del Partido
Socialista? ¿Y del arte de capar grillos? ¿Y de la conveniencia o no de añadir
cebolla a la tortilla de patatas?
Es El Pais la
biblioteca de Alejandría de la antigüedad y el google de la modernidad. Lo que
ese periódico diga, por muy laico que se declare, va a misa.
Y en su edición
de hoy revela un misterio hasta ahora oculto, lo que se dice un arcano: la
fecha en la que el Psoe deje de joder la marrana para que España, al fin, tenga
el ansiado gobierno del que carece.
Evidentemente,
será cuando al PSOE y a Pedro Sanchez, que tanto monta Isabel como Fernando,
les convenga.
Y es que el
socialista, como las otras organizaciones masónicas de provecho propio
conocidas por partidos, funcionan como las, en comparación, honestas familias
mafiosas de las añoradas películas en blanco y negro.
En la América
en la que la iniciativa individual creaba la riqueza nacional que en España
crea y dilapida el Estado, la prosperidad general del pais era consecuencia de
la suma de las prosperidades de cada ciudadano.
En España, los
partidos políticos son sanguijuelas del Estado que, a su vez, es sanguijuela de
la sociedad.
¿Qué le
conviene al PSOE y a los demás partidos políticos? Que el Estado esté tan
abotagado que ni la mayor camada de sanguijuelas hemófagas lo fagociten.
Establecida la asociación
de beneficio mutuo que forman en España cada uno de los partidos políticos y el
Estado, lo que le convenga a cada uno de
los partidos le conviene al Estado, lo mismo que al Estado lo beneficia lo que
aproveche a cada uno de sus partidos políticos.
Así que el
periódico El Pais, conciencia y esencia del Partido Socialista, cuando dice que
hasta octubre no cambiará el PSOE su cerrazón a facilitar la formación de
gobierno, sabe lo que dice porque el periódico es tan sinónimo de El Pais como El
Pais lo es del PSOE.
Hasta Octubre
por lo menos, pues, el PSOE seguirá impertérrito.
¿Y por qué
hasta entonces?
Porque hasta
que el 25 de septiembre que se celebren las elecciones autonómicas vascas y
gallegas, los mandamenos subalternos no se atreverán a echar a su mandamás, el secretario
general máximo, Pedro Sánchez.
Para atreverse
a hacerlo necesitan que el Partido de
Sanchez pierda votos para culpar del nuevo fracaso al todavía secretario
general.
Si los socialistas
no salen escaldados de esas elecciones, ¿la negativa a facilitar gobierno en
España seguirá invariable?
Seguirá porque
seguirá Sanchez y, donde manda patrón no manda marinero.
Pero, ¿y si
corren a votazos a los socialistas en Galicia y Euskadi?
Entonces se
atreverían a votar al derrotado (vae victis) y a echar a Pedro Sanchez, como
culpable único de las culpas de todos los socialistas.
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