“El bloqueo
institucional que impide saber si habrá una continuidad de gobierno invita a
nuestros socios a dejar las relaciones en suspenso”.
Esa es una de
las conclusiones del informe del Ministerio español de Asuntos Exteriores que
publica hoy El Pais para fomentar esa histeria colectiva que pretende equiparar desgracia con gobierno
en funciones, y felicidad con gobierno
funcionando a toda caldera.
¿Y qué
oportunidades se ha perdido España por culpa de esa provisionalidad que, si
perdurase un par de siglos, evolucionaría a permanente?
Pues que el Rey
no ha viajado a algunos paises extranjeros ni los jefes de otros paises
extranjeros han venido a España.
(Hay que
señalar que, con gobierno en funciones, han viajado a España más turistas que
nunca y que los turistas son los que dejan aquí la pasta para que el gobierno
(en funciones) se la gaste en comprar voluntades políticas de los votantes, que
al fin y al cabo es para lo que sirven los gobiernos, en funciones o no.
En la
prehistoria franquista de ésta España eternamente postfranquista, en la que a
pesar del repudio que al Caudillo expresaban los dirigentes de las democracias
mundiales, no dejaron de caer por aquí los jefes demócratas a los que les
interesaba venir, por ejemplo el Presidente Eisenhower que se cargó a los
aliados de Franco.
El mismo
argumento que ahora se aduce para que haya gobierno cuanto antes se empleaba
entonces para que el franquismo endulzara su ferocidad, para facilitar que
vinieran a España dirigentes políticos extranjeros.
“Pongamos un
portaaviones a la entrada del Estrecho de Gibraltar, otro a la salida, despleguemos diez divisiones acorazadas cerca
de nuestras fronteras y ya verá usted cómo vienen todos”, respondió Carrero
Blanco a la pregunta de Emilio Romero, director de “Pueblo” sobre si le
convendría a España democratizar su Dictadura.
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