Esa guerra sin
cuartel que libran el Partido Popular y el Partido Socialista ha dado victorias
parciales a los dos, pero ninguno de ellos ha podido hasta ahora declarar a su
enemigo “vencido y derrotado”.
Ahora, en estos
dias previos al que podría ser el definitivo en ésa lucha, es el momento de
emplear el arma que definitivamente deje sentado quien es el vencedor y quien
el vencido.
¿Será el PSOE o
será el PP el que firme el parte de guerra definitivo que declare terminada la
guerra?
Depende de cual
de los dos contendientes sepa emplear mejor el arma terminal: la astucia.
¿Hay más
expresiva imagen de la astucia que la del chino de mirada torva, inexpresiva
expresión facial y semicerrados ojos que oculten la franqueza de sus
intenciones?
¿Y qué chino
hay más chino que ese mito de la sabiduría contra la fuerza que fue Tsun Tzu, que
consideraba la astucia como decisiva para ganar una guerra sin necesidad de
usar las armas?
Aconsejaba el
legendario chino que “el que esté bien
preparado y descansa (no haga nada) a la espera de un enemigo que no esté
preparado, saldrá victorioso”.
Moraleja que se
desprende de la sentencia del astuto chino a la situación de España en estos
días:
El Partido
Popular debe permanecer impasible, preparado y descansado, mientras los del
PSOE se pelean entre ellos y se debilitan todavía más en la discusión sobre si
deben apoyar a Rajoy como presidente del gobierno, abstenerse para que así lo
sea, o debilitarse todavía más para que, si al final deciden ir a una última
batalla, lleguen a ella divididos y derrotados de antemano.
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