Tenia que ser
en las Navidades, esa fiesta de la religión que generó la cultura de la que
nació la civilización del mundo occidental y de España, cuando el avispero
contracultural que es Podemos evidenciara que son un partido como los otros, ni
mejor ni peor.
Porque, ¿qué
es un partido político sino el cuadrilátero de boxeo en el que compiten entre
sí los púgiles de una misma cuadra para que el campèon se enfrente al de otra que haya
eliminado a todos sus contrincantes internos?
Lo que pasa es
que los de Podemos han tenido la ingenua picardía de publicitarse como nubiles de
espíritu puro, ansiosos de sacrificar su propio yo para servir al yo de los
demás.
Ya sin caretas
y después de haber demostrado que los de Podemos son uno más de los partidos
políticos españoles, ¿qué cabe esperar de ellos, si algún día consuman el
engaño y acaban mandando a todos los españoles lo que debemos hacer?
Evidentemente,
lo que han hecho los partidos políticos que han mandado hasta ahora en toda
España y los que lo han hecho solo en parte de ella.
Avisados
estamos, y en los sitios en que hasta ahora han mandando y siguen mandando lo
demuestran, y valgan como ejemplo Barcelona o Madrid.
A los de
Podemos y a los afines a Podemos les darán todo el pan, todo el poder y todos
los privilegios y a los de la casta que no sean de su casta les darán una
patada en el trasero, conocido también por posaderas y, vulgarmente, por culo.
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