Eran
los ecuos entonces lo que lo podemitas son ahora: encaprichados en derribar el orden
ajeno de aquel tiempo, la republica romana para, sobre sus ruinas, levantar su
propio desorden.
¿Y
qué pasó entonces y qué pasa ahora?
Pues
que había en la otra orilla del rio Tiber un apacible romano que se dedicaba a
arar su tierra y apacentar sus ovejas al que un día lo visito una comisión de
sus más ilustres conciudadanos.
Se
hizo de rogar pero, convencido por los argumentos de sus visitantes, dejó el
arado, aceptó el mando como dictador de Roma, encabezó la contienda contra los
que, como los partidos de izquierdas en la actual España ni comían ni dejaban
comer, les dio tal zurra que los puso en fuga y volvió a su parcela y a su
arado.
--“Volvería
al pesebre del consejo de estado de aquel tiempo o lo meterían en el consejo de
administración de alguna de las del Ibex de aquel entonces”.
--Pues
no. volvió a ser lo que ya era. Registrador de la Propiedad, una colocación en
la que te tienes que descornarte para conseguirla y en la que ganas más que en la
política.
“¿Y
ese Rajoy del que estamos hablando sin nombrarlo, que dejó el apacible y
rentable ejercicio de su profesión para
meterse en el putiferio político es tan listo como dicen?”
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