Cuando los
historiadores estudien dentro de tres mil años la historia que a los españoles de ahora nos esta tocando
vivir, señalarán a Pedro Sánchez como al genio que cambió el concepto de
democracia.
Hasta que lo
aceptaron como Presidente del Gobierno de España, los que aspiraban al cargo lo
conseguían porque, en una farsa llamada elecciones, habían logrado más votos
que sus oponentes.
Desde el hasta
entonces insólito caso de Sánchez, no es presidente el más votado en las
elecciones presidenciales sino el que, después de haber ocupado la presidencia,
más respaldo logra de los ciudadanos.
(Hubo un caso
antiguo en ésta vieja España en la que uno que no se había presentado nunca a
una elección y sin embargo mandaba, por donde pasaba lo recibían como al Santo Advenimiento
y, como de Marcial, todos decían que era el más grande).
--Y ese tal Sánchez,
¿qué?
--Pues muy
bien, esta muy contento. Va dando avionazos de un lado para otro, rectifica
decisiones en cuanto le dicen que están
equivocadas y le paga un buen sueldo a una señora para que diga todas las
insensateces que se le ocurran.
¿Y los
españoles, a los que gobierna?
--Muy
entretenidos y muy contentos. Hay que tener en cuenta que los españoles son muy
sufridos y que aceptan con gusto que los llamen tontos si les dan pan.
¿Y el tal
Sanchez les da pan?
--Les da con
una mano el pan que con la otra les quita.
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