A uno, que sabe
malamente gobernarse a uno mismo, nunca le pasó por las mientes gobernar un
país que, como España, solo deja que la gobiernen si la jartan de comer, beber
y le dan para fumarse en los toros un “farias” bien gordo.
Pues eso sería
antes, porque el intríngulis para gobernar a los españoles, según ha descubierto el más listo de todos los
tontos que la han gobernado hasta ahora, tiene que ver más con lo que pasó
antiguamente que con lo que pasa ahora.
El listo es un tal
Pedro Sánchez, que ni siquiera tiene un nombre demasiado excéntrico y que, tan
poca cosa es, que ni siquiera ha ganado unas elecciones, como las ganó un listo
con bien ganada fama de tonto como Rodríguez Zapatero (Shoemaker).
Entre las razones
que justifican las pocas luces del aludido se menciona la de que los moros y
los cristianos se lleven bien, pese al mandato imperativo que los primeros tienen de cargarse a los
segundos.
Y es que, debió
suponer, si los moros no matan cristianos, dejan de ser moros y ya no se matan
los moros y los cristianos, sino solo los cristianos entre ellos mismos.
Pues el tal
Zapatero, entre cuyas habilidades destaca la de conseguir que el tirano de
Venezuela exorbite su natural brutalidad, ha quedado en una especie de Juan
Bautista en comparación con Sanchez.
--Oiga, ¿y como
aguantan los españoles, que tan listos aparecen en los chistes que ellos mismos
cuentan para ridiculizar a los extranjeros?
--Los españoles
votan con v, aunque deberían botar con B, como el balón de futbol, al que los
futbolistas dan menos patadas que a ellos les da su gobierno.
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