Desde la de rentas a
la de pensamiento, la libertad es la bandera distintiva de la derecha.
La de la izquierda es la igualdad.
Temerosos de que sus adversarios políticos
puedan tacharlos de franquistas, los partidos encuadrados en la derecha
española renuncian a la libertad en pro de la igualdad.
Falsa derecha que, por inconsistencia
ideológica o por complejo de inferioridad, sin saberlo aplican medidas que corresponderían
a las izquierdas.
¿Qué es España sobre todo desde que uno de
los gobiernos de Felipe González concentró en el poder legislativo del que
emana el ejecutivo la capacidad de articular el poder judicial.
Una dictadura, como el más lúcido de los
políticos españoles, Alfonso Guerra, sentenció después de aquel golpe de
Estado.
--“Montesquieu ha muerto”, avisó
Aquella dictadura de la que Guerra anunció
el nacimiento es la que, con la careta de democracia, sigue perfeccionando sus
métodos y encadenando cada vez más sutil y férreamente a los españoles.
Y
todos los partidos políticos son responsables de la pujanza de esa dictadura
restaurada por la izquierda y de la que la derecha se beneficia en sus periodos
gubernamentales.
Estamos en vísperas de que un nuevo frente
popular, tan pernicioso como el de hace casi cien años, caiga sobre esta España
redemocratizada.
Y ha sido la derecha la que, haciendo oidos
sordos a las insistentes súplicas del socialista Pedro Sanchez, ganador de las
ultimas elecciones parlamentarias, arrojó a los brazos de los extremistas
anarcocomunistas al que va a ser Presidente del Gobierno.
--¿Democracia?
--No se hizo la miel para la boca del asno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario