Al Estado que se asienta en la voluntad mayoritariamente
expresada en libertad por los ciudadanos, corresponde en exclusiva el empleo de
la violencia.
Al gobierno actual del
Estado le corresponde el derecho y el deber de emplear todos los recursos a su
alcance para ejercer el monopolio de la violencia en territorio español.
¿Por qué no emplea ese derecho y ese deber contra quienes le
disputan en Barcelona su exclusivo derecho al ejercicio de la violencia?
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