Son como aquellas carretas de Juan Ramon Jimenez que, en las tarde al
sol puesto. se llevaban del monte los troncos muertos.
Troncos que habían sido su convicción de que los que confiaban en que
cumpliría sus promesas serían mas numerosos que el de los que desconfiaban que
lo hiciera.
Y por eso perdió, o por eso no ganó y sus ambiciones de mandar fueron
como aquellas famosas esperanzas cortesanas.
--¿Aquellas prisiones do el ambicioso muere y donde al más astuto nacen
canas?
--Ni mas ni menos.
¿Se está refiriendo a Pedro Sanchez y a la posibilidad aparentemente
remota de que no gane estas elecciones casi plebiscitarias, a las que ha
inducido al ganado díscolo que pastorea?
--Si acertaras los euromillones como has acertado en el nombre del
individuo al que he estado aludiendo, estarías ya viviendo la vida birlonga.
Bueno, que hemos empezado con troncos cortados y acabamos como siempre
en Pedro Sanchez.
--Paciencia: Llegará el momentote en que empezaremos hablando de Pedro
Sanchez y acabaremos añorando cómo lloran las carretas camino de Pueblo Nuevo.
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