El politiqueo es una actividad que ejercen y de la que se
beneficia una minoria pero en la que, unos como espectadores y otros como
actores, participan todos.
¿Y el que no vote?
--Sufre las mismas consecuencias de las trapisondas que van
a cometer los que lo eligieron, una vez les den la llave de la caja fuerte.
--Y entonces ¿qué?
--Pues que, como siempre tiene que haber quien mande a los
que obedezcan, lo mejor es que ordene lo que le aconseje su santa voluntad, sin
andarse con esas pamplinas de que gobierna porque los que están obligados a
obedecerlo así lo decidieron.
--Pero es más bonito eso de que el pueblo manda y delega el
ejercicio del mando en quien ha merecido su confianza para gobernar.
--Eso es tan bonito como lo de que las
cigüeñas traen colgado de su largo pico el blanco pañuelo anudado del que pende
el que ha de nacer.
--¿Y no es eso más
bonito que hablar de los berridos y aullidos de dolor de la madre por los
sufrimientos del parto?
--Bonito es lo que
al verlo agrada (pulchra sunt quae visa placent) así que, ¿por qué no vamos
vendar la herida con paño de seda en vez de con arpillera de yute?
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