En los ultimos siglos se viene hablando tanto del gobierno
como en el conjunto de todos los siglos precedentes se habló de la felicidad.
-- ¿Gobierno es, pues, sinónimo de felicidad?
--Para el que gobierne, muy al contrario. Para el que no, una desgracia.
--Porque de la
felicidad habla solamente el que carece de ella, ya que es el estado de ánimo natural, y solo lo que altera
lo natural merece que se le preste atención.
--Y, ¿por qué hay
felicidad y por qué se pierde?
--Por la envidia,
naturalmente, que es el mayor estímulo del progreso.
Si no nos diera
envidia del coche ultrasónico de nuestro enemigo no se venderían millones de
coches ultrasónicos más, comprados todos ellos por envidiosos.
--Para el comercio
será beneficiosa la envidia, pero es corrosiva para el civismo y la concordia.
--Eso es un cuento como el del viejo que se alegraba porque
otro más viejo todavía se comía las yerbas que a él no le habían apetecido.
--Debería haber aspirado, desde luego, a comerse un
bocadillo de chorizo.
--Si es que hay
gente pa tó. Mira la que le están liando a Pedro Sanchez los que lo envidian
porque hace lo que a ellos les gustaría haber hecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario