miércoles, 12 de septiembre de 2018

LA TESIS DOCTORAL DEL DOCTOR SANCHEZ


Mi amigo más íntimo terminó y publicó tres libros y tiene varios otros a medio terminar y que, por desidia, vagancia o pérdida de estímulo quedarán inconclusos.
En general, la gente que escribe algo lo hace con la intención de que la Humanidad lo lea, elogie al autor y aspira a que el alcalde de su pueblo le ponga su nombre a alguna calle.
Hay solamente un conocido de oídas, un tal Pedro Sánchez, que dice que escribió un libro (una tesis doctoral lo es) y se niega a que la gente lo lea.
Una rareza de difícil explicación que puede originarla:
a) que sea mentira que escribiera el susodicho libro, en forma de tesis doctoral.
b) que en el libro defendiera la trayectoria política del Generalísimo Franco, con cuyo vilipendio se gana ahora las habichuelas con chorizo.
c) que en ésta España en la que hasta el más tonto hace relojes, le da vergüenza confesar que no solo no ha escrito ningún libro, sino que ni siquiera ha leído ninguno.
Lo que parece seguro es que, si fuera verdad lo que escribió, presentó y le fue aceptada una tesis doctoral, fue tan sin darse cuenta que no espanta la duda de si realmente lo hizo o sólo lo soñó.
Desde luego, si fuera lo segundo (que lo soñara) declina toda responsabilidad respecto a lo que la tal tesis diga.
(No vaya a decir en la hipotética tesis que el Caudillo fue un regalo que el Buen Dios hizo a la díscola España).

martes, 11 de septiembre de 2018

LA MANO QUE ALIMENTA AL PERRO


Dentro de 30 años, cuando de los que ahora lucimos calva solo quede un cráneo mondo y lirondo, a Pedro Sánchez se le podrá acusar hasta de haber matado a Abel, pero no de mentiroso.
Porque, por lo que dice la prensa que dijo hace un par de días el no-electo presidente democrático de ésta España que traga y sufre, aunque empezó gobernando de carambola, su gobierno durará 30 años.
¿Qué cómo va a durar tanto?
Deshaciendo en tres décadas todo lo que hizo el Generalísimo Franco en cuatro.
Pretende demostrar que destruir es tan necesario como destruir y mucho más cómodo.
(Le preguntó un anciano periodista, que en su infancia había sido franquista, por qué no se construía sin necesidad de destruir)
--Para que no se amontonen ni se confundan lo nuevo y lo viejo. Lo antiguo se hizo más despacito que lo nuevo y, por eso se le da injustamente más valor.
--“Y, además”, remato Sanchez, “como lo antiguo se hizo antes que lo moderno, ocuparon el mejor emplazamiento y dejaron el peor para lo moderno”.
--“Por eso”, concluyó el desenterrador de Franco y revolucionario de la democracia por gobernar sin  ganar elecciones, “para hacer algo hay que destruir primero”.
Como ejemplo de su revolucionaria praxis política, lo primero que hizo Sanchez fue cambiar a la gente que encontró en Television puesta por otros, por los que él ha colocado.
“Perro que come”—murmuró—ni muerde ni ladra al que le echa el mendrugo”.

lunes, 10 de septiembre de 2018

LOS MASTER


Pobre gente, tan descontentas de ser como son, que no pueden evitar mentir para parecer a los demás que son como les gustaría haber sido.
¿Qué les gustaría haber sido y no son, quizás porque no lo intentaron?
Titular de “master,”  el rango académico que faculta a su titular  para enseñar, porque ya sabe todo lo que tenía que saber.
En realidad, el que presume de ser lo que no es no merece castigo, sino compasión.
¿Quién puede garantizar que, si un ciudadano es titular de un máster falso,  no es también un  honrado de mentirijillas, un asesino camuflado o, vaya usted a saber, un franquista?


sábado, 8 de septiembre de 2018

CIUDADANOS Y PSOE(A) PARTEN PERAS


Hace tres años que más de la mitad de los andaluces compartieron una misma ilusión: que seguiría gobernando su partido, como lo viene haciendo desde que les dijeron y se creyeron que la democracia había llegado para quedarse.
El Partido Socialista, que gobernaba desde que se inventó Andalucía, se garantizaba en un acuerdo con el Partido Ciudadanos que seguiría siendo la única mano con acceso a la ubre de la que fluye la leche vivificante que es el Presupuesto.
Los de ciudadanos se comprometían a ayudarles en el ordeño, a cambio de que los socialistas les sonrieran de vez en cuando y no les dieran inesperadamente un mordisco en la rabadilla.
Fueron así, si no felices, al menos educados los unos con los otros hasta que los que ponían en la sociedad el apoyo sin recibir nunca ni una palmada amistosa, dijeron ayer que se acabó lo que se daba.
En definitiva: disuelta la coyunda de conveniencia, cada mochuelo tiene que buscar su propio olivo y, si quiere repartir los gastos de un nuevo acomodo, tendrá que encontrar otro partido con el que compartir cama y mesa.
Y la gente, ¿qué?
La gente de por aquí, tanto ahora como hace tres o cuatro mil años, lo que quiere es panem et circenses, pan y toros, vino y siesta, y, naturalmente,  “be together dancing cheek to cheek”, (bailar mejilla con mejilla).

viernes, 7 de septiembre de 2018

LA GLORIA


El cielo, según las tres religiones que en el mundo arrastran creyentes es no se sabe si un lugar o un estado de ánimo tan rebosante de felicidad como carente de desgracias.
La Gloria es uno de los sinónimos del cielo.
Estar en la Gloria, pues, es lo mismo que estar en el cielo.
Y ¿quién manda en el cielo, a quien le corresponde el privilegio de abrir o cerrar sus puertas a los que en el Paraíso quieran establecer su eterna residencia?
A Dios.
Hasta ahora se creía que dios carece de edad, dimensión, figura y hasta de nombre.
Desde ayer, dios o Dios (con minúscula por si hubiera más de uno y mayusculado si fuera Uno y Unico), tiene nombre, apellido, figura y aparece en el canal 5 de televisión si ese fuera el canal que conecte el telespectador que esté interesado en saber lo bueno que es Pablo Iglesias.
Tiene aspecto de mujer y es conocida por Susana Griso. No es diosa porque Dios, que lo es todo simultáneamente, es tanto mujer como hombre.
Ha sido posible identificarla como Dios-diosa por la frase con que mandó a paseo a un mortal al que estaba entrevistando: “Se acabó tu minuto de gloria”.
Lo echó de su presencia como el colega de Susana nombró a Luzbel fogonero del infierno.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

SER Y PARECER


 



Lo dijo Calderón de la Barca, y no hay más que añadir: “afortunado el hombre que tiene tiempo para esperar”.
Y uno, que lleva 75 años esperando sin saber qué, ha llegado a la conclusión de que gastarlo sin provecho material es lo más acertado que el hombre puede hacer con su tiempo.
Por ejemplo, viendo la televisión, desde la que el PODER nos orienta para que  pensemos como el Poder consigue que todos pensemos.
¿Que a qué viene tanta pavada?
A que ahora empleo mi tiempo perdiéndolo en ver los capítulos de la temporada siete de Homeland, esa serie televisiva norteamericana que tan real parece a los que no conocen ni han conocido la realidad de lo que la serie relata.
Uno de los protagonistas, el que encarna Saul Berenson, personaje de edad madura, rechoncho y abusivamente activo para los años que representa, se gana las habichuelas como Consejero de Seguridad Nacional de la Presidenta, que al principio de la temporada parecía mala y a mitad de temporada parece buena.
El personaje de Berenson aconseja sabiamente a la presidenta poco antes o después de repartir guantazos y esquivar balazos.
Hasta en su aspecto me recuerda a un ciudadano que me adelantaba o al que yo adelantaba muchos días cuando, después de aparcar ambos en los aledaños de la Elipse desde la que se contempla la parte sur de la Casa Blanca,  caminábamos  hacia la residencia presidencial.
Era el consejero de seguridad nacional, Henry Kissinger.
Después lo hizo Nixon secretario de Estado y, a partir de entonces y cuando acudía a la residencia presidencial, entraba por la puerta que da a la avenida de Pennsylvania.
No digo que no hubiera sido capaz de repartir los guantazos que reparte el personaje que en la serie Homeland desempeña el cargo que en aquel tiempo ocupó Kissinger.
Pero, según se rumoreaba, era más galante que valiente, más discreto que bullanguero.

domingo, 2 de septiembre de 2018

LA COMISION DE LA VERDAD


Que el socio-comunista-separatista gobierno de Pedro Sanchez es diferente de los que lo antecedieron lo demuestra la grandiosa tarea que ha anunciado: poner en marcha una “comisión de la verdad”.
Se supone que su primer paso será definir qué es verdad y qué no lo es.
Si necesita seguir gobernando  hasta encontrar una respuesta aceptable a esa pregunta que el hombre se viene haciendo desde que se bajó del árbol, Pedro Sánchez será presidente del gobierno de España hasta siglos después de que España desaparezca.
Verdad es la correspondencia con la realidad de lo que pensamos y sabemos, así que lo que pensábamos y sabíamos hace media no necesariamente tiene que ser verdad ahora.
La verdad es un concepto en permanente evolución por lo que ni Pedro Sánchez, el más listo de los hombres hasta ahora nacido, puede garantizar si a su “comisión de la verdad” le bastará una semana, o necesitará mil años, para establecer qué es verdad y qué no es.
A una mentalidad liberal diferente de la de Pedro Sanchez le sorprendería, pero acabaría aceptando, la conclusión de su comisión de la verdad de que todos los que combatieron en la última guerra civil española fueron tan víctimas como verdugos.
Para entonces, habrán transcurrido tres cuartos de siglo desde que las armas dispararon su última bala.
Los vencedores ya olvidaron su victoria pero, para los derrotados, el tiempo transcurrido desde que enmudecieron los cañones habrá sido una tregua para el  rearme,  que permita aniquilar al ENEMIGO.