lunes, 22 de febrero de 2016

CUANDO DIOS QUIERA

Este país del vuelva usted mañana sigue siendo, para casi todo, como lo definió Larra.
Menos para formar gobierrno, que a los españoles que escriben en los papeles y/o charlan en radio-televisión, les parece que hay que hacer cuanto antes lo que, mientras más tarde, será mejor.
Les ha dado últimamnet por  acuciar a los que los leen o los oyen con la manía de que, como si fuera el aire vivificador, es imposible seguir vivos  sin gobierno.
¡Pobres predicadores y desgraciados predicados!
Han olvidado que el tiempo es un regalo que Dios hace al hombnre con prodigalidad y que el hombre debe recibir administrándolo sin tacañería.
“In sá’Alláh”, dicen los musulmanes como hasta la nefanda Ilustración invocaban los cristianos, antes de que hiciera responsable al hombre de hacer lo que tendría que ourrir solo cuando Dios decidiera que ocurriese.
Si en España no hay gobierno nuevo, es porque Dios no quiere que lo haya y sus razones tendrá:
a) Porque Dios, que quiere lo mejor para sus criaturas—y los espalñoles lo son—sabe que el futuro gobierno será peor que el actual.
b) Porque Dios sabe que, en cuanto haya gobierno nuevo, los españoles se quejarán tanto o más que del inexistente actual.
Y Dios, que es más que el tiempo porque el tiempo es una fracción insignificante de la eternidad divina, sabe que lo malo, mientras más tarde en ocurrir, será mejor.





domingo, 21 de febrero de 2016

ANGUITA

Dice Julio Anguita, el cordobés más conocido después del torero de Palma del Río Manuel Benítez el Cordobés, que el pueblo casi siempre se equivoca.
Como cordobés legítimo Anguita es sentencioso, lo que quiere decir que lo que piensa lo dice gastando la menor cantidad posible de saliva para decirlo.
“Lo que no pué ser no pué ser, y además es imposible” se atribuye a otro cordobés sentencioso, Rafael Gómez, “El Gallo” aunque algún envidioso, seguramente  sevillano, se la endilgue al gabacho Talleyrand.
Julio Anguita, además de sentencioso, se presume que es congruente porque aplica lo que opina a su praxis política.
Por consiguiente, si cree que el pueblo casi siempre se equivoca, casi siempre hará lo contrario de lo que el pueblo quiera o diga.
Así que Anguita, si pudiera, haría casi siempre lo contrario de lo que el pueblo pida o diga, como hicieron Stalin, Lenin, Franco, Castro, Mao y otros antecesores que, al contrario que el rojo cordobñés, tuvieron oportunidad de llevar a la práctica desde el gobierno lo que pensaban arropados en las enaguas de sus mesas camillas.

Como cordobés, uno no tiene más remedio que solidarizarse con el cordobés (fue nada menos que alcalde de Córdoba) Anguita, y pedir a los gobernantes actuales y futuros que, para bien del pueblo gobernado, hagan sistemáticamente lo contrario de lo que el pueblo diga y pida.

sábado, 20 de febrero de 2016

MEJOR SIN GOBIERNO

   Si cada ser humano es un átomo de la Humanidad, la humanidad española es cruelmente inhumana.
¿Qué por qué?
Porque dos españoles, Pedro Sanchez y Pablo Iglesias, serán desgraciados hasta que sus compatriotas españoles los dejan ser felices: se resisten a dejarlos presidir el Gobierno lo que, para ellos, seria como el beso que el Príncipe le dio a Blancanieves al final del cuento.
¿Es que alguno de los que los ha precedido en el cargo fué mejor de lo malos que pueden ser Sanchez o Iglesias?
La historia demuestra que no porque, en determinado momento, a los anteriores los echaron de la Presidencia y lo cambiaron por otro al que también echaron por malo, para sustituirlo por otro que resultó peor.
Un presidente de gobierno, en España, es como los modernos electrodomésticos, que los fabrican con fecha de caducidad garantizada.
Aquí, en ésta desgraciada España, solo ha mandado uno que mandó hasta que murió: el Caudillo.
Puede que, si manda Iglesias, tambíén lo hiciera hasta el día aciago en el que pase a mejor vida y deje a los españoles tan desamparados y desconcertados que, como cuando nos abandonó el Caudillo, se inventen una nueva democracia con la que todos los españoles que no manden puedan estar descontentos.
Sánchez ni siquiera ofrece esa garantía de durabilidad más allá de, si acaso, cuatro años.

Para cuatro años de mal gobierno, pues, mejor seguir como ahora, sin gobierno.

viernes, 19 de febrero de 2016

LA DESIGUALDAD DE RITA MAESTRTE



Dicen que los cándidos contemporáneos del Marqués de Santa Cruz se hacían cruces por la ocurrencia de eminente almirante al fijar su residencia a no menos de 400 kilómetros del mar, y se preguntaban: ¿por qué ha hecho su palacio en El Viso?`
--“Porque pudo y porque quiso”, respondían los pocos sensatos que en aquel tiempo todavía no democrático justificaban que el marqués hiciera lo que hizo en las lindes de Despeñaperros,
La misma respuesta  debe darse a la pregunta que hoy, en plena ebullente democracia, se hacen los que no acaban de entender por qué mostró su torso desnudo en una capilla católica la juncal Rita Maestre, evangelista de esa religión pagana que predica la igualdad.
Pero, ¿y si en vez de las erectas colinas del torso de Rita hubiera sido una vieja, pelleja y desdentada la que se atreviera a descubrir los fláccidos órganos glandulosos de su escurrido pecho?.
Habría sido culpable del peor de los pecados, el que se perpetra contra la estética.
Voy a contradecir con premeditación y alevosía la doctrina igualitaria que predica la traviesa y atractiva Rita:

Ella, la encueratriz de la capilla católica, no es igual que las viejas negras desnutridas, que aparecen en los reportajes que los cámaras de televisión nos muestran en los campamentos de los refugiados africanos.

jueves, 18 de febrero de 2016

ALBERT RIVERA, PEREJIL

“Si Versalles pudiera hablar” es una película francesa de 1954, que se basa en la insólita posibilidad  de lo que podría saberse de lo que pasó en las alcobas y salones de un palacio, si el palacio pudiera hablar.
¿Y si pudiera hablar el perejil? ¿Estaría contento de su existencia, que solo tiene sentido porque sirve tanto para salsas de platos de carne como de pescado?
Como ni Versalles ni el perejil hablarán nunca—no porque no quieran, sino porque la naturaleza no hizo a los palacios y al perejil para que hablaran--, a lo mejor puede resolver la duda Albert Rivera, perejil tanto para la salsa socialista como para la  popular.
Rivera tiene pinta de bueno: es adecuado para completar el equipo de once niños, al que le falte tanto un portero como un delantero centro.
Al contrario que el travieso Pablo Iglesias, que quiere meter todos los goles y parar todos los tiros a puerta simultáneamente, Rivera vale tanto para desviar sin querer disparos que parecían gol seguro en su portería, como para que rebote en su pierna y acabe siendo gol el balón en la portería contraria que iba fuera de puerta.
¿Es consciente Albert Rivera de que su función en la política española es la del perejil en todas las salsas?
¿Está satisfecho de esa función? El tiempo lo dirá en cuanto acepte, si acepta, respaldar con sus votos y completar con su presencia el gobierno del socialista Pedro Sánchez.

Al fin y al cabo, tan importante es para un equipo de fútbol el entrenador  como el utillero. O eso dicen.

miércoles, 17 de febrero de 2016

LA INSPIRACIÓN LÍRICA DE MIQUELL Y COLAU

Los que no hacemos nada de provecho nos aprovechamos para, como el diablo cuando se aburre, atar moscas por el jopo.
Y, atando moscas, se llega a la conclusión lógica de que tuvo que ser en Barcelona donde, en un rapto de euforia lírica, las musas inspiraran a Dolors Miquell su “madre nuestra que estás en celo santificado sea vuestro coño…”
Tuvo que ser en Barcelona donde de perpetrara ese exabrupto poético porque la actual capital de la comunidad autónoma de Cataluña formó parte en mejores tiempos de La Provenza, cuna de la poesía postromana y , entre otras,  de esa señera composición conocida por soneto.
Por desgracia para la literatura rimada que era la poesía hasta que, para eludir el dificil hallazgo de palabras que rimaran con otras, se inventó el verso libre, que no obliga a que rime, por ejemplo, margarita con papa frita.
Porque la poesía llamada libre es solo prosa no necesariamente poética, en la que habichuela, un suponer, puede inspirar una ilación con tranvía.
Así que se dejen de cuentos la ciudadana Miquell y su mentora la alcaldesa Colau. Que se dediquen a lo que saben: engañar a los incautos para que les permitan meter mano en lo que, por ser de todos, es del primero que lo trinque.
Mangonear es una ocupación tan prosaica que contradice a la lírica, la poesía.

Y que se enteren de que, para hacer gracia, hay que ser gracioso.