jueves, 9 de junio de 2016

SOMONTES

Civilizar, por lo menos etimológicamente, es llevar la forma de vida de la civitas a lo agreste, lo rural, lo sometido a las normas imprevisibles e incómodas de la naturaleza.
Un suponer: Palma del Río es un pueblo de veintitantos mil habitantes que, por ser una civitas, se ha organizado para que entre todos paguen la recogida de basura, el orden en las calles, el suministro de agua, el acceso a la red eléctrica y hasta, para los que tengan perro, un parque monísimo.
Palma del Río, en resumen, es lo contrario de lo que todavía es Somontes, una finca rústica de su término municipal y de 400 hectáreas, que lleva años quebrámdole la cabeza a autoridades autonómicas, provinciales, municipales y sus varios institutos para el mantenimiento del orden.
¿Por qué es un incordio Somontes?
Porque unos supuestos braceros sin empleo la ocupan por la fuerza para reclamar que sea de ellos esa tierra que no lo es y que, cuando lo sea si llega a serlo, les dará derecho a reclamar y recibir subvenciones agrarias municipales, provinciales, autonómicas y europeas para que vivan en el campo como en la civilizada ciudad.
Como siempre hay un roto para un descosido, lo han encontrado los tunantes en el angélico alcalde de Palma del Río, José Antonio Rodríguez Almenara, del que se dice que anda en tratativas para que, con el dinero de los habitantes de su ciudad, compre para los braceros que las ocupan las 400 hectáreas de Somontes.
Y es que solamente tirarse pedos con el culo de otros es más fácil que comprar con dinero de todos lo que, si no será de su propiedad, podrá administrar Almenara.
¿Qué ganará?

Los votos agradecidos para su Partido Socialista de los braceros sin tierra. Como hicieron en su día Griñán, Chaves y los que manejaban los fondos de formación, los ERE y otras bagatelas ruinosas.

miércoles, 8 de junio de 2016

LA MERITORIA AMBICIÓN






“Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo”
(Vida retirada, Fray Luis de León)

    Cada día que pase le falta un día menos a Pedro Sánchez para poder hacer suyos esos versos de Fray Luis de Leòn.
Cerrará así ese azaroso capítulo de su vida en el que, como Icaro, desoyó al ingeniero Dédalo, su padre,  que le había aconsejado que embridara su ambición de volar demasiado cerca del sol,`para que su calor no derritiera la cera de sus alas.
Intrépido Pedro Sanchez, que se atrevió a sobreponer su audacia a la prudencia y desoyó que “las esperanzas cortesanas prisiones son do el ambicioso muere y donde al más astuto nacen canas”.
¿Debería arrepentirse el secretaerio general del Partido Socialista de haber intentado ser Presidente del Gobierno?
Nada de eso. Sanchez es un claro ejemplo de lo que deberían ser todos los españoles, que se resignan a ser lo que son porque no se atreven a intentar ser lo que les gustaría ser.
Menos Pedro Sánchez, los españoles prefieren ser lo que son si, al atreverse a ser más, pueden perder lo que eran.
Es, o somos los españoles, un rebaño de borregos reacios a explorar si la hierba alejada de por donde el pastor lleva a todos es más nutritiva y sabrosa.
Los americanos, que tan bien desconocemos los españoles gracias a las películas, estimulan la iniciativa personal  con un lema: “go west” (”sé audaz” o “vete a donde todo está por hacer”)

Lo contrario del popular “ande yo caliente, y ríase la gente”, que resume la filosofía práctica española.

martes, 7 de junio de 2016

OJALA SIGA EN FUNCIONES EL GOBIERNO

A medida que se acerca el fatídico 26 de Junio se desvanece el sosiego en el que malvivimos desde que Rajoy tuvo el raro acierto de disolver las Cortes el pasado otoño.
Un  gobierno en funciones es como un tigre sin colmillos, como una víbora sin veneno. Asusta pero no mata.
¿Qué tiene de peligroso un gobierno que gobierna plenamente porque las Cortes lo hayan investido como poder ejecutivo y el moderadamente tolerable que está  en funciones porque carece del beneplácito de las cortes para gobernar plenamente?
Que el primero puede proponer y hacer aprobar leyes que alteren, casi siempre para peor, la vida de los ciudadanos y el segundo solo puede hacer cumplir las leyes ya aprobadas, pero sin enmendarlas ni aprobar otras que esclavicen todavía más a los ciudadanos.
Desde que Moisés bajo del Sinaí con las diez leyes fundamentales cuyo cumplimiento transmutó en esclavo al pueblo judío hasta entonces libre, todo cambio legislativo ha añadido nuevas cadenas al hombre ya antes esclavo.
¿Por qué no podrían seguir pagando los españoles los impuestos que ahora los esclavizan al Estado, las multas por circular a más de 110, y sin fumar en las tabernas?

Si alguna vez, Dios no lo quiera, al actual gobierno en funciones lo sucede otro con capacidad de cambiar las leyes, pagaremos los españoles impuestos todavía más onerosos, nos multarán por poner el coche a más de 60 kilómetros por hora y, aunque el gobierno sea el que más se beneficie con la venta de tabaco, prohibirá fumar, y multará por hacerlo, hasta debajo del agua.

lunes, 6 de junio de 2016

LA MARTINGALA


Se llama martingala al entramado urdido con astucia para allanar el camino que permita conseguir un propósito.
Así que la democracia es una martingala tramada para acceder al poder y conservarlo, el propósito declarado de la política.
Toda martingala se sustenta en una falacia y la de la democracia es que, como todos los hombres son iguales, todos y cada uno de ellos está igualmente capacitado para decidir por todos.
Falso.
Solo al nacer y al morir son iguales los humanos pero no son convocados a votar en ninguna de esas dos circustancias, sino cuando arbitrariamente se les declara mayores de edad porque ya han tenido tiempo para forjarse por sí mismos y, sin la tutela de otros, contribuir al bienestar de todos.
Sería así admisible que pudiera decidir por todos el que ya, después de lograr vivir por sí mismo, aporte el excedente de su supervivencia autónoma al conjunto de sus conciudadanos.
¿Qué aporta a los demás el okupa que ni siquiera ha sido capaz de ponerle techo al espacio que ocupa, para no vivir a la intemperie?
¿Y el que vive del subsidio de desempleo porque rechaza ofertas de trabajo que no le agradan?
¿Tienen el mismo derecho a percibir pensión de jubilado el que aportó el esfuerzo del trabajo de una vida laboral y el que nunca o casi nunca trabajó?
Si el que contribuyó al bienestar general con parte de lo que ganó con su esfuerzo se le trata igual que al que no lo hizo ¿que estímulo lo podrá persuadir para que no imite a los que, sin haber aportado nada, se benefician lo mismo?
Si ésta martingala democrática tacha de injusto que unos ciudadanos tengan prioridad de acceso a los servicios sociales, ¿no es una injusticia que se iguale en sus condiciones de acceso al que contribuyó con sus aportaciones y al que no lo hizo?
¿Por qué la democracia garantiza igualdad al que contribuyó al bienestar social y al que no lo hizo?
Porque los segundos son más que los primeros y sus votos tienen el mismo valor.

Si la lógica se aplicara, y un rayo de la luz de la razón deslumbrara a los que aportan más al bien general, su número disminuirá en la misma proporción en que aumente el número de los que menos o nada contribuyan.

domingo, 5 de junio de 2016

INCOMPATIBLE VIVIR Y TRABAJAR



“El condenado por desconfiado” es una obra que Tirso de Molina escribió en aquellos siglos de oro en los que los españoles desconfiaban de todos y, por eso, con todos estaban siempre en guerra.
Desde luego, del recelo de los españoles no se libraban ni los españoles mismos: era obligatorio rezar a voces y estaba prohibido hacerlo mentalmente y en silencio, no fuera que el de al lado le estuvieran rezando a Alá o Yhavé, dioses enemigos.
De la desconfianza en el prójimo nace la sospecha nacional de que los demás españoles son malos, o al menos peores que uno mismo.
Y, además de desearle el mal al que es malo, ¿qué se debe hacer para que pague su maldad?
Obviamente, no sólo desearle todas las desgracias, sino cooperar para que las sufra.
Los partidos españoles de izquierda, que lo son todos con mayor o menor intensidad porque de derechas no hay ninguno, aplican a sus programas políticos esa característica definitoria de lo español.
( El Partido Popular, además de no ser de derechas, rechaza que es de derechas con la ira del asesino al que pillan con el cuchillo en la mano y chorreando sangre del cadáver que yace a sus piés).
El Popular es el único de los que concurren a las elecciones de Junio que promete bajar los impuestos, para congraciarse con los votantes.
Se equivoca.
Porque lo que los votantes españoles (sobre todo de izquierdas) quieren no es pagar menos de lo poco que ahora pagan, sino que a los que pagan más que ellos los obliguen a pagar todavía más para que, por fin, sepan lo que es ser pobres.
Esos del PP se creen que los españoles somos como los ingleses o los americanos, tan ingenuos que el ejemplo que proponen que todos imiten es el del “self made man” el hombre que se ha hecho a sí mismo.
Y eso no tiene mérito. El que trabaja y no se gasta más de lo que gane no trabaja para vivir porque vivir es disfrutar de la vida y una vida de trabajo y sin gastar en disfrutar lo que se gane, y algo más, es esclavitud.
 ¿No es mejor no trabajar, o trabajar lo imprescindible para que parezca que lo haces, y disfrutar de lo que te den de lo que le quitan al que disfruta trabajando?
Y eso sí: hay que desconfiar de los que trabajan y ganan por trabajar porque parte las ganancias las ocultan o se las llevan al extranjero.

Una injusticia contra sus compatriotaes pobres, o menos ricos que ellos, y por tanto con derecho a gastar lo que los que no tienen tiempo de gastarlo porque prefieren dedicarse exclusivamente a trabajar.

sábado, 4 de junio de 2016

EL PLAY-OFF

Muchos insensatos dicen que nos admiran a los que todo lo que preocupe al ser humano nos interesa.
No saben lo que salen ganando al ocuparse y preocuparse solo de lo que directamente les atañe a ellos e, indirectamente a sus familiares y amigos.
El deporte recreativo, el que llena estadios y congrega multitudes ante el televisor, si no obsesiona a toda la gente por lo menos les despierta curiosidad.
(El deporte funcional y utilitario ya ha desaparecido porque nadie corre cien metro más ràpido que el lobo que lo persiga ni le tira una lanza al que le haya arrojado la suya)
El deporte de entretenimiento lo inventaron los griegos, que nada de lo que idearon servía para nada útil, y lo universalizaron los ingleses, conocidos por “Hijos de la Gran Bretaña” sin ofender, claro.
Y es de la misma procedencia idiomática inglesa una expresión del deporte competitivo engañosa e inexacta.
Obviamente, me refiero a “play off”  que más o menos, y en el español directo, honesto y primitivo que hablamos los hispanohablantes, significaría “juego fuera” o”jugar para salir”
Y es mentira, porque cuando quedan dos aspirantes a un trofeo deportivo, ninguno de los dos juega para perder sino para ganar, para que el contrario pierda.
Así que cambiemos un término que induce a error en un asunto tan trascendental para la humanidad como lo es hoy el espectáculo deportivo de competición.
Propuestas  para reemplazar el engañoso “play-off” (jugar para salir): loser- off  (“el que pierda sale” o "winner- in" (“el que gane se queda”).

A ver si hablar sirve para que nos entendamos y no para que nos engañemos.

viernes, 3 de junio de 2016

LA VEGA VITA Y LA BATALLA DE MUNDA

Mire usted por donde, aunque como todos los reencuentros por un casual, me he topado despues de una vida con un viejo conocido, Julio Merino, al que conocí cuando yo era alumno y él fungía tareas administrativasm en la Escuela Oficial de Periodismo.
Julio nació en Nueva Carteya, lo que explica por qué se ha empeñado en defender que la batalla de Munda, en la que Julio César mandó a freir esparrágos a los niños de Pompeyo, se libró en las vecindades de su pueblo natal.
Y contra esa pretensión de Julio, y no contra Julio, me insurjo.
Y por las mismas razones, aunque opuestas, que las de mi viejo conocido.
Porque, digámoslo sin más rodeo, la batalla de Munda tuvo lugar en mi pueblo aunque no en Palma del Río, sino en terrenos del colindante municipio de Hornachuelos, tradicionalmente controlados y explotados por agricultores palmeños.
Concretamente en la Vega Vita (nombre de resonancias latinas cubiero ahora por verdinegros naranjales y que, antes, había sido una inhospita llanura casi permanentemente anegada, donde crecía espontáneamente el poleo, que se usaba para la elaboración de esencias cosméticas).
¿Qué hacian en la Vega Vita, si no fue el escenario de lo de Munda, los innumerables restos romanos encontrasdos?
Hay que tener en cuenta que Segida Augurina, el establecimiento romano auntenticado de la zona de donde se exportaba el aceite, según demuestran los restos de vasijas encontrados en Roma, está a treinta kilóometros de la Vega Vita y, para llegar alli, hay que atravesar el Genil, el Guadalquivir y vencer a los indómitos habitantes de entonces de mi actual pueblo.
Así que, querido Julio, discrepo de tu teoría y no por orgullo pueblerino sino porque, el pueblo que convenza a los europeos de que lo de Munda fue en sus dominios,  se llevará y manejará los cuantiosos fondos de la Unión Europea.

Y con el dinero no se juega porque por los fondos europeos, como Cervantes decía de la libertad, se puede y debe arriesgar la vida.