lunes, 22 de agosto de 2016

SIN CAMBIOS HASTA EL OTOÑO

¿Había en tiempos de Noé quien supiera más de barcos que Noé?
¿Quién puede saber de democracia en estos tiempos democráticos más que el periódico El Pais, de cuyas primeras ediciones ya goteaba el néctar divino de la democracia?
¿Y del Partido Socialista? ¿Y del arte de capar grillos? ¿Y de la conveniencia o no de añadir cebolla a la tortilla de patatas?
Es El Pais la biblioteca de Alejandría de la antigüedad y el google de la modernidad. Lo que ese periódico diga, por muy laico que se declare, va a misa.
Y en su edición de hoy revela un misterio hasta ahora oculto, lo que se dice un arcano: la fecha en la que el Psoe deje de joder la marrana para que España, al fin, tenga el ansiado gobierno del que carece.
Evidentemente, será cuando al PSOE y a Pedro Sanchez, que tanto monta Isabel como Fernando, les convenga.
Y es que el socialista, como las otras organizaciones masónicas de provecho propio conocidas por partidos, funcionan como las, en comparación, honestas familias mafiosas de las añoradas películas en blanco y negro.
En la América en la que la iniciativa individual creaba la riqueza nacional que en España crea y dilapida el Estado, la prosperidad general del pais era consecuencia de la suma de las prosperidades de cada ciudadano.
En España, los partidos políticos son sanguijuelas del Estado que, a su vez, es sanguijuela de la sociedad.
¿Qué le conviene al PSOE y a los demás partidos políticos? Que el Estado esté tan abotagado que ni la mayor camada de sanguijuelas hemófagas lo fagociten.
Establecida la asociación de beneficio mutuo que forman en España cada uno de los partidos políticos y el Estado, lo que le convenga  a cada uno de los partidos le conviene al Estado, lo mismo que al Estado lo beneficia lo que aproveche a cada uno de sus partidos políticos.
Así que el periódico El Pais, conciencia y esencia del Partido Socialista, cuando dice que hasta octubre no cambiará el PSOE su cerrazón a facilitar la formación de gobierno, sabe lo que dice porque el periódico es tan sinónimo de El Pais como El Pais lo es del PSOE.
Hasta Octubre por lo menos, pues, el PSOE seguirá impertérrito.
¿Y por qué hasta entonces?
Porque hasta que el 25 de septiembre que se celebren las elecciones autonómicas vascas y gallegas, los mandamenos subalternos no se atreverán a echar a su mandamás, el secretario general máximo, Pedro Sánchez.
Para atreverse a hacerlo  necesitan que el Partido de Sanchez pierda votos para culpar del nuevo fracaso al todavía secretario general.
Si los socialistas no salen escaldados de esas elecciones, ¿la negativa a facilitar gobierno en España seguirá invariable?
Seguirá porque seguirá Sanchez y, donde manda patrón no manda marinero.
Pero, ¿y si corren a votazos a los socialistas en Galicia y Euskadi?

Entonces se atreverían a votar al derrotado (vae victis) y a echar a Pedro Sanchez, como culpable único de las culpas de todos los socialistas.

domingo, 21 de agosto de 2016

TRUMP Y LOS MOROS

Bien pensado y meditado, lo que a los europeos nos (les) conviene es que en las elecciones del primer martes después del primer lunes de noviembre, gane las elecciones presidenciales la señora Clinton.
Porque, si las ganara el dicharachero Trump estaríamos apañados.
Se acabaría para los europeos la vida birlonga, vivir del cuento, que nos partan la cara en la de los Estados Unidos.
Y es que los europeos somos para los Estados Unidos algo parecido a los hijos consentidos de la generación de vida fácil que siguió a la de la muerte bélica fácil.
Problema en que los europeos se meten o los meten, Estados Unidos está para solucionarlo.
Asi lo hicieron en las primera y segunda guerra mundial, en la de Corea, en la de Afganistan para impedir a Rusia una salida al mar a espaldas de Europa y, ahora, frenando con sus armas y soldados la amenaza contra Europa de los  musulmanes, que traducen su misticismo con el asesinato de los que se nieguen a ser musulmanes.
Trump, el rival presidencial de la señora Clinton, es tan pragmático que, como hombre de negocios, calibra lo que algo cuesta con el dinero que esté dispuesto a pagar el que quiera comprarlo.

Así que, como Trump gane, si los europeos no pagan con soldados europeos y dinero europeo una parte sustancial de lo que le cuesta a los Estados Unidos protegerlos de los moros, los europeos acabarán vistiendo djilaba, la chilaba que así se llama por el nombre de la ciudad de Malí donde era uniforme obligatorio.

sábado, 20 de agosto de 2016

OCURRENCIAS DE RIVERA

Mis más cercanos amigos discuten durante horas sobre la metempsicosis, aunque les traiga sin cuidado si las almas de los que mueren transmigran al cuerpo del que va a nacer.
Pues al joven Rivera le pasa como a mis amigos: o no sabe de lo que habla o no se ha dado cuenta de que si consigue una mayor proporcionalidad en el reparto de escaños, su Ciudadanos saldrá perdiendo cuando pase de monaguillo a sacristán.
Si pide mayor proporcionalidad en la asignación de escaños es porque desconfía en que el actual sistema, que favorece a los más votados para perjudicar a los menos, pueda alguna vez favorecer a su Ciudadanos si consigue ser el partido más votado.
También puede beneficiarse Ciudadanos del actual sistema electoral si, como los nacionalistas hacen, concentran toda su atención en una parte del territorio e ignoran el resto.
Pero lo que haría razonable este sistema irracional de escoger a los más adecuados para ejercer un cargo a los que no tienen ni idea de los derechos que le otorga ejercerlo y las limitaciones que la realidad impone a sus deseos, es la fragmentación del mapa electoral en tantos distritos independientes uno del otro como diputados tengan que ser electos.
El que más votos consiga ejerce el cargo y, el que menos, se va la oposición o a su casa.
El electo, que debería su cargo a los votantes que lo hayan elegido y no al partido que lo incluyó en sus listas, obedecería mas a los primeros que al segundo y votaría a favor de lo que les convenga a los que lo eligieron en vez de al partido que lo impuso.
Circunscripciones uninominales llaman a eso que, por dejar en manos de la gente la decisión del que debe representarla, no permiten las burocracias de los partidos que se aplique.

Y aquí a quienes hay que contentar es a las burocracias políticas. Los ciudadanos, que voten al que el partido decida, que todos somos iguales si todos somos igual de obedientes.

viernes, 19 de agosto de 2016

LAS FERIAS

Esa cosa tan impacientemente esperada y tan lamentada al acabarse, como eran las ferias de los pueblos, también se han ido con el tiempo tempestuoso de la evolución social provocado por el ventilador de la tecnología.
Medio año vivían mis coetáneos de mediados del siglo pasado esperando que llegara la feria y el medio año restante recordando la feria pasada.
Una noche, como la que llegará al ponerse el sol hoy, nadie que no hubiera ido a la feria podría dormir por el ruido que de la feria llegaba, o porque el infernal calor sin aire acondicionado no lo dejaba pasar de un letargo draculino.
Los mozos esperaban las ferias como la ocasión propicia para pretender a las mozas, una maniobra técnica que consistía en atreverse a dejar la compañía de otros mozos con los que caminaba arriba y abajo por el paseo ferial, para ”arrimarse” a alguna de las mozas que, con sus amigas, paseaba en sentido contrario.
Era ese el cómodo sistema al que habían degenerado los prejuicios seculares de una sociedad mojigata, para la que era más importante que la mujer pareciera casta que ser casta.
En aquellos tiempos en los que de lo que no se hablaba no existía y al no existir no había necesidad de preocuparse, las mozas permitían a regañadientes hablar en público con un joven para conocerse vestidos antes de conocerse de verdad desnudos.
Era un camino ceremonial indirecto para lograr un fin idéntico: aparearse para tener descendencia.
Ahora el mundo, hasta en mi Palma del Río innovadora para lo que le conviene a sus habitantes y convencional para lo que no les interesa, ha vuelto al remoto pasado en el que el ser humano tenía tan desarrollado el sentido del olfato que captataba los efluvios corporales de la hembra receptiva y, eludiendo lo obvio, se ponía a la tarea.
Como cuando hombre y mujer no tapaban con ropas sus diferencias corporales, su relación de pareja empieza ahora  aparejándose.

Lo moderno desde los tiempos más antiguos: toda teoría requiere comprobación práctica.

jueves, 18 de agosto de 2016

LA ANOMALIA

Por lo que se lee y se oye desde principios de este año, Espàña está viviendo, y lo que le queda todavía, en una situación anómala.
Y todo porque, lo que hasta finales del año pasado se consideraba normal, no lo es desde entonces: no hay gobierno con capacidad para dictar normas más lesivas para los obligados a cumplirlas que las que ahora ya los esclavizan.
¿Y si esta situación anómala persistiera indefinidamente hasta que la ausencia de tiranía gubernamental se consolidara como norma?
La España eterna, que desde que empezó su eternidad nunca ha dejado de estar sometida a los caprichos del tirano de turno, recuperaría una situación de normalidad cuando la ausencia de tiranía perdurara siglos.
No es decisión que pueda tomarse a la ligera porque sus consecuencias marcarán la felicidad o la desgracia de generaciones posteriores a la de los que ahora la tomen.
¿Podrán los españoles actuales y los del futuro buscar por sí mismos trabajo con el que ganarse la vida?
¿Serán capaces de construir su propia vivienda sin ayuda estatal, para protegerse del sol y de la lluvia?
¿Sabrán privarse de lo que los perjudique y procurarse lo que los beneficie?
¿Aprenderán a solucionar sus propios problemas y a resolver sus propias necesidades sin que el gobierno les diga cómo?
Pues si no es así, más les valdría seguir siendo esclavos y que el amo les ordene hasta la hora de comer lo que le apetezca al  amo, piense lo que el amo piense, y desee lo que al amo le gustaría tener y no tiene.

El amo, el Estado y su agradador o achichincle, conocido por Gobierno.

miércoles, 17 de agosto de 2016

AMERICAN INGENUITY

Esta España, que hizo capitanes de imperios a los pillos que se limitaban a  chupar del Estado, acertó al mandarlos lejos y obligarlos a ingeniárselas para sobrevivir.
El ingenio de ingenuity, la cualidad que invocan los norteamericanos como característica de sus gentes.
Porque la ingenuidad de que los americanos se enorgullecen nada tiene que ver con la bobaliconería que una mala traduccion de la palabra sugiere.
Es “ingenuity”, según el diccionario Myriam-Webster,  “la habilidad o talento para diseñar y combinar”.
Como las ortigas precisan tierras porosas en lugares sombríos para crecer, la ingenuity yanqui o el ingenio español brotan cuando nadie te saca las castañas del fuego ni hay subsidios estatales paliativos del hambre.
Puede que ya sea tarde para que los españoles recuerden que todo el que algo te da te exige que le devuelvas ese algo y más,  y que el Estado te roba para devolverte una parte minúscula de lo que se ha gastado en su propio regalo.

Y, como prueba evidente de que para los españoles ingenuidad es sinónimo de alelamiento, suspiran por volver a  ser gobernados por un gobierno con atribuciones para sacarles más cuartos.

martes, 16 de agosto de 2016

ESTADO DE CACHONDEO

No tiene más remedio que haber un virus mental que, como los que provocan enfermedades en el cuerpo humano, desequilibran la razón de los que lo padezcan.
Una investigación inacabada se inició en España durante la dictadura y se interrumpió con la llegada de la democracia porque los fondos estatales que lo financiaban se desviaron a comprobar una teoría revolucionaria: que el individuo es solo el sumando en el resultado de una suma.
En mala hora se estableció que todos los individuos son iguales porque ese dogma estableció que la unidad era solamente la singularidad repetida.
Una consecuencia inevitable fue que si el mayor número de individuos coincidían en que algo era verdad, los que discreparan de la mayoría estaban inexorablemente equivocados.
Pero, ¿y si alguno de los implicados en esa sustitución de la calidad por la cantidad se sintiera defraudado en elecciones para determinar que el que más votos reuniera sería el que mayor parte de la verdad representa?
Tremendo dilema: o el que ganara las elecciones representaría la verdad con más fidelidad que los perdedores o se repetían las elecciones hasta que, en una de ellas, el resultado del recuento de votos fuera acorde a los deseos del descontento.
En esas andamos: Albert Rivera, autonombrado guía de una pandilla conocida por “Ciudadanos”, decidió cuando el resultado de unas elecciones celebradas el año pasado y en las quedo cuarto no le gustó, que si apoyara a uno de los perdedores saldría ganando más que si respaldaba al que había ganado y, por consiguiente, portaestandarte de la verdad votada.
Como ni en democracia ni en la Arcadia lo que no puede ser no puede ser, se echaron otras elecciones y Rivera, en vez de más, consiguió menos respaldo y el que había ganado las primeras elecciones aumentó su respaldo original.
En una interesada conclusión del análisis que debería haber hecho después de su segundo fracaso, el intrépido Rivera ha llegado a la conclusión de que, de perdidos al río, y que si acaba ahogándose, que se ahoguen todos, como se ahogaron las bestias y los hombres que no consiguieron pasaje en el Arca de Noé.

Como alguien no ponga pié en pared, éste estado electoral al que ha degenerado el estado democrático evolucionará a la perfeccion terrenal: El Estado del Cachondeo.